viernes, 19 de septiembre de 2014

NARRATIVA: EL AÑO DEL ANIMAL (Dyrets år)

Se publica en Dinamarca una novela con muy buena pinta, DYRETS ÅR (EL AÑO DEL ANIMAL).
 

En primer lugar, porque la escribe Lone Hørslev, que ya es toda una garantía.
 

En segundo lugar, por su tema: la vida de Marie Grubbe, un personaje histórico que ha inspirado a muchos artistas a lo largo de los últimos tres siglos. En 1994, Juliane Preisler le dedicó la novela KYSSE-MARIE, aparece también en la obra de Steen Steensen Blicher y en la de H.C. Andersen y, sobre todo, en la novela LA SEÑORA MARIE GRUBBE de J. P. Jacobsen (1876, existen varias ediciones antiguas en español, todas descatalogadas). También protagoniza una ópera de Ebbe Hamerik, una pieza teatral de Sven Lange y una serie de televisión.


Marie Grubbe fue "una mujer que vivió en el siglo XVII: muy admirada en el mundo germánico, dio lugar a una interesante nota crítica de Robert Musil, que confiesa la dificultad que tiene para comprender al personaje; escribe sobre el particular:

'No puedo quitarme la idea de que si Marie Grubbe viviera en nuestros días, nosotros que la conocemos diríamos todos: es una ninfómana, una histérica, o algo parecido. (...) Creo que Jacobsen quiere mostrar lo siguiente: aquella mujer era un bello arabesco, grágil como una flor, pero a menudo extravagante, barroco (...). La novela pinta menos un personaje que un arabesco'.

La trayectoria de Marie Grubbe en esta obra es efectivamente complicada y más bien fuera de las normas morales de la sociedad (escandinava y europea) en la que Jacobsen publicó su novela en 1876: descendiente de una familia noble, casada con un hijo natural del rey, intenta, en un acceso de furor que nada explica, apuñalar a su marido, después, tras su divorcio, emprende un largo viaje por el extranjero con el marido de su propia hermana, se casa por segunda vez antes de enamorarse de un mozo de labranza, con el que acaba por marcharse para casarse una vez anulado su segundo casamiento. (...) En sus propios excesos, la novela de Jacobsen permite insistir, por lo menos, en dos aspectos relativos al personaje femenino. El primero es la distancia cada vez más grande, a lo largo del relato, que MArie Grubbe toma con la sociedad, hasta el punto de desafiarla abiertamente; en el penúltimo capítulo, hecha ya una especie de saltimbanqui, entra "sin prudencia ni contemplación" en un sitio reservado a gente de calidad: rechazada, Marie miraba descaradamente de hito en hito a la gente: había adelantado voluntariamente la mejilla a la bofetada que la sociedad respetable está lista para dar con mano pronta a la gente como Søren (su compañero) y sus semejantes." La lucha de una mujer con una sociedad que se opone a cualquier manifestación de independencia, a cualquier rechazo de lo convencional, es un motivo recurrente al final del siglo XIX. (...)

El segundo aspecto es más importante, atañe a las modalidades de explicación del comportamiento marginal, Jacobsen no explica todos los movimientos, ni siquiera las intenciones de su heroína, pero el atento lector que es Musil cree poder catalogarla como una de sus contemporáneas, con términos científicos procedentes del siglo XIX: una "ninfómana", una "histérica". Esas explicaciones, por insuficientes que puedan hoy parecer, van en todo caso más lejos que aquellas que estribaban en una psicología bastante simplista del alma femenina (...)."

De http://books.google.es/books?id=wNy5Y2l47WYC&pg=PA665&lpg=PA665&dq=marie+grubbe&source=bl&ots=t6b0cfX6cT&sig=IH6lpKm7PUr_BXiJr2Y2kFQV77o&hl=es&sa=X&ei=pOcbVPz_C4KFO8KCgegN&ved=0CB8Q6AEwADgK#v=onepage&q=marie%20grubbe&f=false

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